... a no creer en el destino ni en las casualidades: todo tiene un por qué; aunque en ocasiones sea prácticamente imposible encontrarlo.
... que ya nadie me escribe diciendo: "no consigo olvidarte".
... que las personas por las que más te preocupas son las que antes se marchan de tu lado.
... que arriesgarlo todo en un segundo no sirve para nada, tan sólo para maldecir aquel intento frustrado de ser sólo dos personas ante el mundo.
... que no puedo alcanzar el cielo porque, aunque bata mis famélicas alas, no tengo la fuerza necesaria para hacerlo.
... a tender mi mano cuando alguien tenga miedo del futuro.
... a mirar más allá de las imperfecciones y buscar en ellas algún resquicio de felicidad; aunque lo cierto es que me cuesta una barbaridad.
... que escribir me gusta más de lo que esperaba, es algo que sirve para escapar de este mundo y refugiarte en un lugar como este.
... que es necesario huir aunque detrás de cada huída no esté quién esperas.
... que cada día que me levanto sigo añorando todas esas cosas que jamás sucedieron a mi alrededor, aunque sí en mi frágil memoria.
... que la distancia es un monstruo difícil de vencer.
... que nunca hay demasiado que perder.
... a hacer tonterías por la calle sin importarme lo que piensen los demás, hacer reír a quién tengo a mi lado.
... que los sueños son las únicas mentiras que un día pueden dejar de serlo.
... que no sólo necesito encontrarte, sino también que me encuentres y ser tesoro por un día.
... que por desgracia dos no es igual a uno más uno... siempre hay quién arriesga más.
... que la indiferencia es un arma cargada de poder.
... a saber que hasta hoy no hemos estado en el mismo bando, que hemos luchado ciegamente hasta perder el control de nuestras vidas.
... a llorar de pura felicidad.
... que las cosas que no se dicen suelen ser las más importantes.
... que el tiempo no es otra cosa que el espacio existente entre nuestros recuerdos.
... que vivir es lo más peligroso que tiene la vida, pero sin esos peligros nada tendría emoción y mucho menos, sentido.
... que una palabra vale más que mil imágenes.
... que hay miradas que te deshacen por dentro y aunque intentes esquivarlas, es ya demasiado tarde.
... a perderme entre las páginas de los libros, entre melodías de canciones...
... que las islas dónde naufrago cuando estoy a la deriva son, en parte, lo que me mantiene en pie día a día.
... que, aunque cada vez menos, sigo condenada a la niñez.
... que a veces me evado del mundo y comparto una estrecha vivienda en la Calle Melancolía con quiénes me acompañan, me escuchan, me sostienen, me aguantan...
... que la vida es vivir sin pensar demasiado, reírse de todo, vivir del presente y aprender del pasado.
... que el final de mis pasos sólo lo decido yo.
... que nunca juzgo ni condeno: solamente hago.
... a seguir conviviendo con el miedo y la cobardía, el problema es que me acostumbré a ellos y por más que lo intento no consigo escapar de entre sus garras.
... que sigo una y otra vez defraudando allá por dónde paso, incluso hasta el último día del año.
... a recuperar el tiempo perdido con aquellos que viven lejos de mí.
... que la amistad es algo más que una relación entre dos personas, es mirarse a los ojos y encontrar las respuestas a tus preguntas.
... a regalar sonrisas y reírme hasta tener agujetas.
... que la realidad está aquí, debajo de mis pies; y no en mundos creados en mi cabeza dónde las ilusiones y las utopías se entrelazan formando uniones irreales.
... que estoy tardando demasiado tiempo en cumplir todos mis sueños porque apenas avanzo con paso firme y aunque veo la meta delante de mis ojos, no consigo alcanzarla.
... que no puedo hacer que alguien me ame, sólo convertirme en alguien a quien se puede amar; el resto depende de los demás.
... que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparán por mi.
... que se necesita mucho tiempo para construir la confianza y segundos para destruirla.
... que lo que de verdad cuenta en la vida, no son las cosas que tengo alrededor, sino las personas.
... que no debo compararme con lo mejor de lo que hacen los demás, sino con lo mejor que puedo hacer yo.
... que lo más importante no es lo que me pasa, sino lo que hago al respecto.
... que hay cosas que puedo hacer en un instante que ocasionan dolor para toda la vida.
... que es más fácil reaccionar que pensar... y más satisfactorio pensar que reaccionar.
... que siempre debo despedirme d la persona que quiero con palabras bonitas... podría ser la última vez que la veo.
... que puedo llegar mucho más lejos de lo que me creía capaz.
... que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.
... que o controlo mis actitudes, o ellas me controlan a mí.
... que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos sin pensar en las consecuencias.
... que aprender a perdonar necesita mucho tiempo, y al parecer yo no nací para ello.
... que con los amigos podemos hacer cualquier cosa, o no hacer nada y tener el mejor de los momentos.
... que a veces las personas que creo me van a pisar cuando estoy caída, son aquellas que me ayudan a levantar.
... que la verdadera amistad y el verdadero amor, continúan creciendo a pesar de la distancia.
... que simplemente porque alguien no me ame de la manera que yo quisiera no significa que no me ame a su manera.
... que la madurez tiene más que ver con las experiencias que he tenido y aquello que he aprendido de ellas, que con los años.
... que por más fuerte que sea mi dolor, el mundo no se detiene.